Ahora sí que puedo decir de manera oficial que se ha terminado la temporada. Última carrera del año y la mejor de todas las que he podido correr, tanto de disfrute, paisajes, sensaciones y posición.
Top Ten en una carrera que desde el inicio fue bastante rápida y en la que iba controlando para no pasarme de pulsaciones. Son muchos kilómetros esta temporada y había que correr con cabeza. Cuerpo cansado, calambres a flor de piel y, contra pronóstico, una cabeza motivada a tope. Aquí subrayo la motivación porque la cabeza es indispensable. Pensamientos positivos, disfrutando y haciéndote sentir bien para no pensar en nada más o sentir el cansancio real que llevas por dentro.
Desde un primer momento, con pulsaciones constantes, en una 6ª posición hasta el kilómetro 12,5 que empecé a tener calambres (debido a la sobrecarga acumulada...), momento en el cual el corredor que acechaba por detrás me bajaba una posición. Una vez coronado el último repecho de 1 km, bajo detrás de ese corredor a un minuto más o menos y, sin darme cuenta, le doy caza, aún con molestias. Sigo bajando de cara a meta y, a unos 4 kilómetros de llegar, ya voy de nuevo solo y en 6ª posición.
Por fin, llego a meta agonizando porque llevo al 7º a unos 40 segundos y quiero mantener esa distancia.
Sí, es muy buena posición, pero este dia no lo voy a recordar por la posición. Va a ser recordado por llegar a meta y poder abrazar a mi mujer, Elena, que ha venido a verme como corría la mejor carrera del año :) . También, la recordaré por salir en la carrera junto a Pedro, uno de los culpables que yo esté corriendo. Y como no, saludar a Maria ( la mujer de Pedro), Andrea y Quique (los hijos de ambos) que también vinieron y pasamos un dia genial!!
Hasta la próxima chic@s!!
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