Ayer tuve un entrenamiento para ver a que nivel me encontraba, después de haber corrido en Alicante y del tiempo que he llevado sin prepararme. He vuelto a la realidad, las cosas no son tan sencillas.
Hice la subida a San Pascual, el mismo recorrido que la carrera que hacen todos los años. Me está costando llevar un ritmo constante, intento aumentar velocidad en los momento en los que pierdo ritmo y me es difícil. Ahora, me doy cuenta de lo fuerte que estaba hace un par de años. La típica frase: "No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos", aplicable al 100 % en estos momentos, no valorar lo que has hecho hasta que ahora te das cuenta de que, ésto, no es de un dia para otro y llega a desmotivar.
Hay que ir poco a poco, estoy seguro que iré cogiendo la forma poco a poco. No podré llegar a ese nivel que tenía en un mes y que la subida a San Pascual no será tan gratificante como aquella vez, cuando en la subida pude remontar tres posiciones que me hacían subir al podium.
Hay que ser realistas...
A pesar de todo, soy positivo. Hacía mucho, mucho tiempo que no disfrutaba tanto de los entrenamientos. Salgo a entrenar y no quiero que termine la salida, me esfuerzo para parar y pasar a la siguiente fase del entrenamiento, el descanso. Y es muy buena señal!
Ahora toca tener paciencia e ir poniéndome retos poco a poco. Soy optimista :)
